15 de juny 2008

Un llibre denuncia que continuen els aterraments en la marjal de la Safor

(Las Provincias)

El tamaño de los humedales continuará disminuyendo si las administraciones no se implican.

Los marjales de la Safor son una valiosa zona húmeda de unas 1.300 hectáreas compartida por los términos municipales de Tavernes, Xeraco, Xeresa y Gandia. Este ecosistema sobrevive dentro de una matriz agrícola predominantemente de naranjos y hortalizas sobre aterramientos más o menos recientes. El libro Macrourbanisme i agressions al paisatge mediterrani, de Roger Cremades, recuerda que esta superficie se ha visto reducida por las actuaciones que han hecho para convertirla en terrenos de huerta. Pese a las condenas promovidas por los grupos de defensa del territorio, el escritor advierte que actualmente continúan "las transformaciones ilegales" en Tavernes y Xeraco.

Con el tiempo, la conciencia ecológica de la ciudadanía ha aumentado "pero los poderes públicos continúan sin garantizar la continuidad de estos ecosistemas protegidos". Cremades no sólo denuncia la actual situación, sino que también aporta soluciones. Todos los marjales valencianos necesitan un proyecto global de regeneración para dejar de estar aislados de la población. Eso se puede conseguir si se convierten en una pieza más del potencial del ocio y el ecoturismo. "No hay ningún argumento para retrasar más la declaración de Parque Natural a los principales marjales del Catálogo", afirma.

Y en ello tienen un papel fundamental las administraciones locales, impulsando la compra de esos terrenos y garantizando así su conservación y protección, además de su puesta en valor. "La única solución fácil para acabar con estos conflictos posiblemente sea la compra de tierras por parte de las administraciones implicadas", señala en el libro.

Un ejemplo claro es la playa de l'Ahuir y el cordón dunar que conserva. El Ayuntamiento de Gandia debería implicarse de una forma clara, valiente y decidida para impulsar su recuperación. Asimismo, "hay que modificar urgentemente los PGOU de todos los términos municipales afectados por el Catálogo de Zonas Húmedas para proteger la franja de 500 metros de perímetro alrededor de los humedales".

El libro expone otros problemas medioambientales de la sociedad actual. El aumento de la movilidad que se produce con la urbanización difusa provoca un aumento evidente en los niveles de contaminación. La contaminación por ozono Uno de los contaminantes que más gravemente afecta al territorio valenciano es el ozono, que se encuentra en el límite de los niveles para causar graves daños a la población. El ozono, a parte de proteger positivamente a la población de los rayos ultravioletas en la estratosfera, también es un contaminante secundario que se presenta en la troposfera o baja atmósfera, donde se halla la población. Es un potente oxidante que afecta a la capacidad respiratoria que aparece con la combustión de los vehículos.

La contaminación es sólo una consecuencia más de todo lo que se denuncia en la obra de Cremades, en el que dedica un capítulo importante a las Riuades més cabdaloses.En caso de fuertes temporales, las macrourbanizaciones con campo de golf que se proyectan en la Safor se convierten en un espacio prácticamente impermeable. Este cambio, según el autor, es muy peligroso en el contexto de clima mediterráneo y, muy especialmente, con el microclima que caracteriza a la Safor.

Las lluvias torrenciales se filtran de manera rápida y natural en el suelo y los acuíferos. Sin embargo, con ese nuevo suelo impermeable, las aguas irán directamente a colapsar el alcantarillado y los caudales de los ríos. Como consecuencia, habrá riadas más caudalosas y, por tanto, más destructivas.