19 de març 2007

Un expert diu que la urbanització de la costa ha fet disminuir les tempestes

El director del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo propone reforestar el doble de lo que se construye

“Las consecuencias del cambio climático son mucho peores de lo que nadie se había figurado”. El director del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), Millán Millán, alerta de que la Comunitat Valenciana se está quedando sin agua de forma permanente. “Llevamos dos años con menos de 350 litros por metro cuadrado y las previsiones apuntan a que seguirá así”.

Millán cree que los cambios en el uso del suelo han sido una de las consecuencias de que hayan disminuido las precipitaciones, sobre todo las tormentas de verano. “La urbanización de la costa hace que estos fenómenos estivales se den cada vez menos; no se consigue que haya suficiente vapor de agua en el ambiente para que se descarguen precipitaciones en el interior”.
El director del centro, que ha participado desde los años 70 en numerosos estudios a nivel internacional para prevenir de las consecuencias de la acción del hombre en el clima, cree que la planificación urbanística debería tener en cuenta la meteorología. “Habría que tener en cuenta, por ejemplo, el régimen de tormentas, a la hora de urbanizar”. De este modo, Millán propone que por cada metro cuadrado de suelo que se urbanice se reforesten dos en el interior, con el objetivo de no perder esa cantidad de humedad que necesita la tormenta de verano para descargar precipitaciones.

Según Millán, la tendencia de los últimos años es que las precipitaciones estivales, que suponen el 11% del total anual de agua recogida, y que se aprovecha casi en un 100%, están disminuyendo de forma notable.
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